Hace algunos años, el Kabbalista Rav Berg compartió un entendimiento profundo sobre la porción de la Torá de esta semana Toldot. Ésta contiene el secreto sobre cómo conseguir todo lo que tu corazón y alma desean. La lección e instrucción de cómo alcanzar todos tus sueños es sencilla pero seguir las instrucciones para un sueño tan grande es asombrosamente difícil.
El hermano de Jacob, Esaú, le vende su primogenitura a Jacob.
La pregunta es ¿por qué y para qué?
Esaú tenía hambre. Jacob tenía una taza de sopa de lentejas. Esaú cambió su primogenitura por la taza de lentejas. ¡Imagínense eso!
Ambos eran hijos del gran patriarca bíblico Isaac, quien a su vez era hijo del gran patriarca bíblico Abraham. Las bendiciones, honor y ventajas espirituales que van de la mano de ser el primogénito bíblico son profundamente excepcionales. Aun así, por una mísera taza de lentejas, Esaú intercambia su derecho de primogenitura para satisfacer un antojo inmediato.
Olviden a Jacob y Esaú. La historia es un código. Toda la Torá realmente trata de los niveles de la conciencia humana.
Nuestro ser y conciencia verdaderos del alma es Jacob. Nuestra conciencia del ego/cuerpo es Esaú.
La historia es sobre nosotros. Esta historia es sobre cómo nosotros siempre intercambiamos la felicidad eterna por la gratificación inmediata y es por esto que nunca logramos nuestros verdaderos sueños.
Primero, debes saber que el Creador fue quien creó todo el deseo. La Luz creó una vasija infinita, y la vasija es deseo puro e infinito.
Entonces, todos tus sueños fueron inyectados en ti por el Creador. Todos somos chispas de esa Vasija original infinita de Deseo puro.
Entonces el Creador sabe, mejor que tú, lo que sueñas, lo que quieres, y lo que te hará feliz más allá de la imaginación.
Entonces deja de preocuparte que el camino de la Luz tal vez no te hará feliz. La felicidad y el placer es de lo que se trata.
Tenemos ese derecho, ese regalo y esa herencia de ser profunda y eternamente felices y satisfechos con placer sin fin.
Pero abdicamos ese derecho, intercambiamos ese derecho cada hora del día y se lo entregamos a nuestro ego (código Esaú) el cual quiere esa taza de lentejas de forma inmediata. El ego desea los placeres inmediatos, físicos del momento, cambiando todo lo que el dinero no puede comprar por ellos.
EL TRUEQUE
El dinero puede comprarte una casa. No puede comprarte un hogar feliz.
El dinero puede comprarte sexo. No puede comprarte amor.
El dinero puede comprar seguidores y gente que se te pega como un parásito. El dinero no te puede comprar amigos verdaderos.
El dinero puede comprarte un seguro de salud. No puede comprarte sanación y bienestar verdaderos.
Cada vez, dice el Rav Berg, que optamos por comprar algo a nivel físico de corto plazo, estamos negociando algo que el dinero no puede comprar.
Es exactamente de esto que trata la porción de Torá de esta semana.
¿Entonces esto significa no más fisicalidad en nuestras vidas?
No. En lo absoluto.
Si escoges el hogar, la Luz del Creador tiene que darte la casa para que puedas construir el hogar.
Todo se trata de las decisiones y rechazar los caprichos del ego. Nuestro derecho, como los primogénitos de Dios, significa que lo podemos tener todo. Solo nos tenemos que convertir en jugadores astutos en el negocio de la vida.
Esta semana, a través del poder de la lectura de la Torá, somos inyectados con sabiduría, fuerza de voluntad y el deseo inteligente de resistir los trueques bobos y estúpidos que nuestro Oponente, el ego, nos ofrece todos los días.
Empezamos a escoger todo lo que el dinero no puede comprar.
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En un Webinario gratuito, Billy Phillips comparte algunas ideas poderosas y sabiduría sobre por qué las enseñanzas secretas de Jesús están saliendo en este momento de la historia. También comparte la respuesta según lo revelado por los cabalistas, incluida una sección redactada del Zohar que fue eliminada en la Edad Media.